domingo, 7 de septiembre de 2008

LOS FALSIFICADORES: UN FILM AUSTRIACO EN DONDE LAS MENTIRAS REVELAN PROFUNDAS VERDADES…













Un largometraje en donde SE CONTRAPONEN LA SUPERVIVENCIA HUMANA Y LOS DILEMAS DE LA ÉTICA Y DEL IDEALISMO

En cualquier ámbito de la vida y del campo político, siempre hay que negociar. Hay que hacer más prudente que nunca, cuando todo a tu alrededor es una “bomba de tiempo” que en cualquier momento puede estallar. ¡Ah la prudencia…una importante virtud en la vida cotidiana y sobre todo en el campo político!

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Gracias a la invitación de LIDERAZGO Y VISIÓN, Espacio Anna Frank, Cedice Libertad y Observatorio Antitotalitario Hannah Arendt, pudimos disfrutar del excelente film austriaco “Los Falsificadores” (Die Fälscher), ganadora del Oscar 2008 como película no hablada en inglés de Stefan Ruzowitzky y con los extraordinarios actores Karl Markovics, August Diehl y Devid Striesow, entre otros.

Los Falsificadores es una historia basada en hechos reales. Nos sitúa en el comienzo en un lujoso casino en Montecarlo (riviera francesa) después de la II Guerra Mundial, para luego ubicarnos en la Alemania Nazi de 1936. El primer protagonista Karl Markovics, respetado actor de teatro y de la televisión austriaca, interpreta a Salomón Sorowitsch, más conocido como Saly, quien tiene un gran talento para el dibujo y la pintura, es además un experimentado falsificador de monedas y documentos, considerado el mejor de Alemania y tal vez del mundo.

Este personaje principal, vive ajeno al dramático destino que los judíos han encontrado bajo el Gobierno totalitario de Hitler. Lleva una vida frívola todas las noches en los mejores cabaret y con “respetables” damas que hacen lo que sea para abandonar Alemania o adquirir una nueva identidad.

El personaje de Saly y los que lo acompañan en este impactante film, se desenvuelven en una iluminación sombría en donde las mentiras revelan profundas verdades, que conmueven lo más íntimo de nuestros sentimientos.

En Los Falsificadores, se contraponen el colaboracionismo práctico de las víctimas para SOBREVIVIR en un mundo monstruoso como fue el régimen de Adolfo Hitler, frente al idealismo de un comunista ruso (Burger) que le da más importancia a sus principios e ideas por encima de su vida misma y la de sus compañeros de infortunio, posición frente a la cual, Salomón Sorowitsch le dice que su verdadera misión es sobrevivir al régimen nazi y verlo derrumbar pero ¡con vida!: Muerto, no le eres útil a nadie o “No les daré a los Nazis el placer de sentirme avergonzado de estar vivo” .
El protagonista de este excelente film austriaco, es un hombre de poco hablar, pero sus miradas y gestos son sus mejores armas de actuación.

Tal vez la escena que mejor representa los alcances del colaboracionismo es precisamente la del vaudeville carcelario. Mientras se realiza la puesta teatral y musical, simultáneamente es asesinado fuera del escenario el joven amigo y confidente de Saly. La interpretación de su principal protagonista es impecable desde el punto de vista actora, al igual que de todo el elenco.

Detrás de cada gesto y una mirada de Salomón Sorowitsch hay un hombre que desesperadamente quería seguir viviendo. Es un personaje egoísta, solitario y a la vez generoso y mejor amigo.

En esta película se escudriñan los oscuros archivos de la Segunda Guerra Mundial para contar de manera simultánea la historia más grande de la operación más grande de falsificación cometido por el Tercer Reich con el gran talento de su preso “estrella”: Salomón Sorowitsch. Esta Operación Bernhardt del régimen nazi trata de seguir financiando a la guerra y cubrir las quebradas cuentas de los alemanes.

Los nazis montan en uno de sus campos de concentración un laboratorio para producir la libra esterlina y lo más codiciado: EL DÓLAR. Para esta importante operación de falsificación de monedas y notas bancarias, se trajeron a varios prisioneros que eran los mejores en las labores gráficas, para que se encargaran de tan importante misión de fraude financiero.

En esta oportunidad, el talento y ser los mejores en sus respectivas áreas, les salva la vida. En este detalle, también hay una lección de vida y una lectura: El talento y el arte por esencia, aún en los momentos más miserables, siempre sobreviven. Muchas veces pueden transformarse en un pasaporte para salir de los caminos de la muerte y poder transitar con prudencia el camino de la vida.

En “Los Falsificadores” se contrapone el talento con la prudencia, como otra gran arma para poder sobrevivir con una mejor calidad de vida en los campos de concentración nazi. Estos presos forman una élite de 142 expertos en falsificación en el campo de Sachesenhausen, todos dirigidos por Saly, el protagonista, quien en realidad es ruso, pero por razones personales oculta su origen.

En un oscuro mundo de famélicos judíos y prisioneros se le dan privilegios a la mencionada élite de prisioneros: Poder bañarse, dormir en camas limpias cubiertas de impecables sábanas blancas. Una vez a la semana pueden jugar pin pong, así como usar ropa y zapatos usados de judíos asesinados, además de alimentarse con un mínimo de calidad. Desde sus celdas limpias, deciden no escuchar como instinto de supervivencia emocional y psíquica, las ejecuciones diarias de los otros prisioneros de guerra.

En esta película se muestra una vez más las crueldades y abusos del ser humano. Se contrapone el asesino nazi que es capaz de llorar de emoción frente al talento musical, cuando escucha ensimismado a la magistral voz de un prisionero judío, que canta una ópera en el teatro improvisado por los prisioneros y los mismos nazis.

En los últimos tiempos del Tercer Reich se produjeron en serie un total de 134 millones de libras esterlinas, que a través de los bancos y diversas transacciones empezaron a distribuirse por los mercados internacionales. Tal y como se recoge en la película, apenas tres meses antes del final de la guerra, lograron falsificar el dólar, pero ya era tarde.

En la misión que se les encomienda habrán de colaborar juntos tanto quienes antes de su encarcelamiento llevaban una vida honrada, en algunos casos incluso ligados al mundo de la banca como quienes desarrollaban una actividad delictiva que perjudicaba precisamente a éstos.

Se observa en el film, que contradictoriamente el régimen nazista que desprecia y considera una raza inferior a los judíos, a la vez necesita de la preparación de los mismos, para contribuir a los esfuerzos de guerra.

Hay otra importante personaje que se destaca, el del Sturmbannführer Friedrich Herzog, al frente de la operación en el campo, está interpretado por Devid Striesow. Un personaje también contradictorio. En su hogar este militar nazi es un excelente esposo y amoroso padre, quien le dice a Saly que a los hijos nunca se les debe maltratar físicamente y le comenta también que èl también fue comunista.

También se destaca el personaje de Adolf Burger (August Diehl), quien había sido encarcelado por realizar documentación falsa para comunistas en Checoslovaquia. Fue precisamente éste quien acabada la guerra publicó un libro titulado "Operación Bernhard - El taller de falsificadores del Campo Sachsenhausen".

La banda sonora me impactó. Se mezcla la música de gramófono de tangos argentinos que escuchamos sonar al comienzo de la cinta y que se repite en diversos momentos con una canción de Carlos Gardel, llamada “Volver”. Es de recordar, que Argentina en esos años fue un refugio para muchos alemanes que querían escapar de los horrores de la guerra, e incluso fue un lugar de escondite de criminales nazis cuando la Segunda Guerra Mundial finaliza.
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Los Oscar han premiado en más de una ocasión los dramas desarrollados en el Segunda Guerra Mundial. Al igual que este film, a muchos nos impactó y nos llegó en lo más hondo de nuestros corazones, el largometraje italiano La vida es bella (1998) y ¡Ni hablar de El Pianista!: ¡Ah film tan extraordinario!

Este film austriaco, ganador del premio de la Academia, como mejor pelicula no hablada en lengua inglesa, se le dan varias lecturas de vida y personales y también políticas. En cualquier ámbito de la vida y del campo político, siempre hay que negociar. Hay que hacer muy prudente cuando todo a tu alrededor es una “bomba de tiempo” que en cualquier momento puede estallar.

Igualmente te muestra que en situaciones extremas y de la vida cotidiana misma, hay que anteponer lo práctico y lo concreto. De debe poner los pies en la tierra sin perder nuestros principios e ideales. Pero muy importante: HAY QUE SOBREVIVIR, porque muerto no le sirves a nadie. Es estando vivo que le puedes servir a tus ideales y principios.

Le doy las gracias a Alfonso Molina, colega y crítico de cine, por haberme invitado a través de LIDERAZGO Y VISIÓN a esta presentación privada en el Cine Centro Plaza (Los Palos Grandes).

***Recomiendo ampliamente el film LOS FALSIFICADORES.

Ficha Técnica de Los Falsificadores:

LOS FALSIFICADORES (”Die Fälscher”), Austria y Alemania, 2007. Dirección y guión: Stefan Ruzowitzky, sobre el libro autobiográfico de Adolf Burger. Producción: Josef Aichholzer, Nina Bohlmann y Babette Schröder. Fotografía: Benedict Neuenfels. Montaje: Britta Nahler. Música: Marius Ruhland. Elenco: Karl Markovics (Salomon Sorowitsch), August Diehl (Adolf Burger), Devid Striesow (Herzog), Martin Brambach (Holst), August Zirner (Dr. Klinger), Veit Stübner, Sebastian Urzendowsky (Kolya), Andreas Schmidt (Zilinsky), Tilo Prückner (Hahn). Distribución: Cinematográfica Blancica.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena la pelicula llore al final y la verdd que no entiendo xq tanto hicieron sufrir a esas personas :( si todos adentro somos iguales no lo puedo creer tanto odio y discriminacion ojala que esto nunca se repita

excelente pelicula exceletes actores:)


Besos!