miércoles, 19 de mayo de 2010

HITLER Y EVA BRAUN: LA HISTORIA DE AMOR DE UN DICTADOR GENOCIDA, PARTE 1 DE VARIOS RELATOS...

*Textualmente escribe Hitler antes de suicidarse: "Durante mis años de lucha consideré que no debía contraer matrimonio pero ahora que mi vida llega a su fin, he decidido tomar por esposa a la mujer que aún sabiendo que Berlín se hallaba rodeada vino para morir al lado del hombre que amaba".
Recopilación e investigación de Paula Giraud
Hitler con Eva y su perra mimada: Blondi
La primera ofrenda a Eva Braun, fue una orquídea amarilla acompañada de un retrato de si mismo, autografiado.

*Un líder querido, carimàstico e indiscutido para muchos que no reconocieron sus horribles actos hasta que fue demasiado tarde.*

Hitler decía que Eva era su rayo de sol, su conejita....
Su principal afición era tomar el té con su gran amor, Eva Braun.

Klara Pölz fue la madre de Hitler, era una mujer de rasgos muy bellos aunque de poco carácter (igual que Eva Braun) y completamente sometida a la autoridad de su marido :Alois Hitler, un hombre irascible, violento y mujeriego. Adolfo Hitler amó con veneración a su madre y cargaba con èl siempre una foto de èlla que siempre miraba todas las noches antes de dormir, e incluso antes de suicidarse el 30 de abril de 1945....

Geli, sobrina de Hitler y otro gran amor en su vida que se suicida por amor, despecho.....al conocer la relación con Eva Braun...

Adolf Hitler cuando era Bebè....(autor desconocido)

Adolf Hitler nace en Braunau(Austria) el 20 de abril de 1889 en el seno de una familia de clase media.Su padre fue Alois Hitler, un funcionario de aduanas aficionado al alcohol y las mujeres, dueño de un carácter irascible que más tarde heredaría su hijo Adolf. Se casó dos veces y mantuvo una agitada vida sentimental hasta el final de su vida. Cuando conoció a quién sería la madre de Hitler, Klara Pölz, ya era un hombre de cincuenta años con hijos de su anterior matrimonio casi tan mayores como su futura esposa.

Klara Pölz era una mujer de rasgos muy bellos aunque de poco carácter y completamente sometida a la autoridad de su marido. El matrimonio tuvo seis hijos de los cuales sólo Adolf y su hermana Paula llegaron a la mayoría de edad. Esta circunstancia influyó en la sobreprotección que Klara le brindó a sus hijos por el temor a perderlos. El carácter violento de Alois que limitaba su rol de padre a frecuentes golpizas, alimentaron el fuerte rechazo de Adolf por la figura paterna y una gran devoción por su madre que mantuvo hasta el final de su vida. Adolf no alcanza a terminar la escuela secundaria, según sus maestros, por falta de aptitud para el estudio.

Su vocación fue siempre la pintura pero sus obras son apenas aceptables y en sus cuadros las figuras humanas lucen desproporcionadas con el contexto.A los 17 años es rechazado en su admisión a la Academia de Bellas Artes y sus obras son calificadas como mediocres.Poco después muere su madre de cáncer a los 47 años de edad y este episodio doloroso no lo podrá superar en toda su vida. Hasta su propia muerte lo acompañó un retrato de su madre que no dejaba de mirar todas las noches.Sin estudios completos y sin sutento económico alguno, deambula por las calles de Viena como vagabundo durante varios años, durmiendo en las calles, en un albergue público o en un cuarto alquilado si es que lograba vender algunas de sus pinturas.

Siempre se dijo que El Führer no parecía ser un hombre de carne y hueso; se le desconocía toda relación privada, nada se sabía de sus diversiones, sus amistades o sus debilidades íntimas; tan sólo sus colaboradores Hess, Goebbels, Göring y otros que más tarde ocuparán los cargos importantes del Reich tenían acceso a su persona y lo acompañbaan como sombras. Su principal afición era tomar el té con su gran amor, Eva Braun, a la que había conocido en Berchtesgaden en 1929, cuando ella contaba diecisiete años. Se trataba de una joven rubia y sonrosada, de aspecto fresco y sano, tal como le gustaban a Hitler y como convenía a su ideal ario. Su carácter alegre y despierto hizo que esta mujer se convirtiese en compañera inseparable del Führer, aunque nunca llegaría a ser oficialmente la primera dama de Alemania.
Una noche de octubre, en 1929, la nueva asistente del estudio fotográfico Hoffmann en Munich, Alemania, se sonrojó al descubrir a un cliente mirando sus muslos mientras ella, subida en una escalera, extraía unos documentos de un archivo difícil de alcanzar. Un poco mas tarde, le preguntó a su jefe, Heinrich Hoffman: '¿Quién es ese hombre del bigotito raro?' . Hoffman quedó sorprendido de que la joven no lo hubiera reconocido y le dijo que era Adolfo Hitler. Así fue que Eva Braun conoció a su primer y único amor. Su mente era tan superficial, que en 1929 tenía sólo una vaga idea de lo que era el partido nazi (que para ese entonces contaba ya con casi medio millón de miembros). De lo que si Eva rápidamente se dio cuenta, fue de que la persona que podría ayudarla a salir de su mediocre situación era el hombre del bigotito raro. Por eso comenzó a quedarse en el estudio después del trabajo, para escudriñar los catálogos de fotos de Hitler y sus esbirros. Ella se rellenaba el sostén con papel tisú, pues había escuchado a Hoffman decir que el líder nazi tenía preferencia por las chicas de senos grandes. Poco a poco, el futuro Führer comenzó a enviarle pequeños regalos y notas.

Con su habitual excentricidad, su primera ofrenda fue una orquídea amarilla acompañada de un retrato de si mismo, autografiado (sus regalos, nunca fueron muy expléndidos). Eva se sentía halagada, pero pasó un año, antes de que Hitler le hiciera una invitación. Las salidas eran siempre iguales: cenar en su restaurante italiano favorito o ir a la ópera, donde Eva se aburría soberanamente. Testigos de aquellas salidas dicen que, durante este período, su relación era de padre/hija; ocasionalmente, Hitler le daba palmaditas en la mano llamándola 'Mein Sonnenschein' (mi rayo de sol).

Su relación con Adolf Hitler empezó en 1930, antes de la muerte de Geli Raubal, la sobrina de Hitler. Eva mentía a sus padres diciéndoles que hace horas extra. Hitler investigó sobre su pasado, ya que no quería sangre judía en la que será su amante, pero ella quiere casarse. Pensaba que "los hombres muy inteligentes deben estar con mujeres primitivas y necias que los dejen descansar". Aunque Eva pasa gran parte de su vida esperando a Hitler, prefiere morir antes que separarse de él.

Durante los primeros meses de su romance, Eva tenía que soportar ver a Hitler con alguna aristócrata cargada de diamantes o del brazo de una 'vamp' del cine alemán, mientras que ella debía permanecer oculta, desconocida, sola. Su verdadero estatus era conocido sólo por unos cuantos amigos y oficiales del partido nazi.


En su inexperiencia, no sospechaba que él tenía relaciones íntimas con ellas. En realidad el líder alemán era tremendamente promiscuo e incluso estaba involucrado en una aventura amorosa con Geli Raubal, su sobrina de 23 años. En septiembre de 1931, cuando Geli se enteró que él tenía una amante fija, una noche mientras su tío Hitler dormía a su lado, ella tomó la pistola y de un disparo en el pecho se quitó la vida.

Meses después, Eva presa de la desesperación y posiblemente pensando en Geli, se pegó un tiro; sin embargo su puntería era tan mala o estaba tan nerviosa que la bala solo le rozó el cuello. En 1935 hizo un segundo intento de suicidio; tomó pastillas para dormir, pero su hermana Ilse la encontró. En esta ocasión, Hitler le obsequió una villa privada en un suburbio de Munich y, al fin, la presentó a su círculo de íntimos.

Poco a poco, Eva logra ocupar un espacio en la vida de Hitler. Él la llama "conejita" o "tontita"; ella, "mi Führer", y lo tutea. Comienza a recibir obsequios: dos perritos, abrigos de piel, un piso que pronto llena de regalos. Viaja con él como "secretaria privada", o la llama por teléfono todos los días. Se encuentran y Hitler entrena con un tensor por las mañanas, para poder mantener luego el brazo extendido durante horas en los desfiles. Pero evitan que los vean juntos.

En el refugio de Obersalzberg, Eva pasará gran parte de su tiempo entre 1936 y 1945.En ese tiempo Eva vivía con una serie de reglas -impuestas por Hitler- más estrictas que las del hogar de sus padres: no podía escribir cartas ni llevar un diario: ni silbar, porque a Hitler le molestaba; ni hablarle antes de que él se dirigiera a ella, etc.

La influencia de Hitler sobre Eva Braun era muy poderosa; tratando de complacer al dictador, ella estaba obsesionada con su apariencia física, e incluso su color de pelo 'ario', era teñido. Eva no entendía que era justamente su forma de ser común, sencilla, lo que a él le gustaba. 'Mientras más 'grande' el hombre, más insignificante debe ser la mujer' solía decir el Führer.

Era una mujer atlética, de una atractiva belleza pasiva, risueña y alegre, muy dada a participar en las fiestas sociales. No obstante, Hitler no se mostraba en público con ella por razones de prestigio, y tampoco en círculos restringidos si había alguna visita importante, así que pasaba el tiempo encerrada en los apartamentos de Hitler de Berlín, Múnich o en el Berghof.


Cuando dejaba que apareciese a su lado, la trataba como a una reina, y además de respetarla, siempre estuvo pendiente de que nadie le hiciera daño, porque en realidad la amaba. En pleno sitio, estando a unos centenares de metros las fuerzas rusas, Hitler contrajo matrimonio con ella el 29 de abril de 1945. El día siguiente, ambos entraron en el despacho; antes Hitler mandó fusilar al cuñado de Eva, Hermann Fegelein, por intento de evasión y complicidad con Himmler en su traición. Al ser informada de este incidente, Eva interviene ante Hitler diciéndole: —Es joven, y su mujer espera un hijo, el único de la familia —implora—. No querrás que sea un huérfano. Hitler ordena su ejecución, y dice a Eva: —Es un traidor. Hay que ser implacable. No olvides a Mussolini y Ciano.

Eva, impresionada por aquel paralelo histórico, deja de oponerse. —Tú eres el Führer —le dice—. Los asuntos de familia no tienen ya importancia.

A 16 metros bajo tierra, Eva pasa las últimas semanas de su vida en el búnker. Hubiera podido salvarse, pero no quiso abandonar a su amante. El, como premio, la convirtió en su esposa. Vestida de tafetán y con sus joyas, firma por primera y única vez con el nombre de Eva Hitler. Tras la ceremonia se hace una fiesta y, durante la noche de bodas, fue cuando Hitler mandó a fusilar al cuñado de Eva por intento de evasión.


A las 3:30 de la tarde del 30 de abril de 1945 ambos entran al despacho de Hitler. Eva recibe una dosis de cianuro y una pistola, Hitler masca la ampolla y se pega un tiro en la cabeza. Eva no alcanza a percutar la pistola, muere por el veneno.Hitler confió a su amigo Heinrich Himmler que al morir volvería a reencarnar y que se casaría en la próxima vida con Eva Braun, "ya que en estas épocas le era imposible", denotando las creencias espirituales del dictador.

Trasfondo: Los eventos que llevaron al suicidio de Hitler

Hitler sorprendió al mundo cuando, el 1 de septiembre de 1939, su ejército Nazi invadió Polonia y dio inicio a la Segunda Guerra Mundial. Al principio de la guerra, los soldados de Hitler fueron exitosos a causa de su estrategia de “blitzkrieg,” que significaba un envío muy rápido de muchos diferentes tipos de soldados tanto por tierra como por aire. Su ejército luego continuó para invadir varios países europeos, incluyendo Checoslovaquia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo e incluso Francia en 1940. Gran Bretaña fue capaz de defenderse.

Aunque Hitler había hecho un pacto de no-agresión con la Rusia Soviética antes de invadir Polonia, rompió el pacto e invadió el país en 1941 en un intento de propagar su “Solución Final” y los horrores del Holocausto. Sin embargo, para cuando invadió Rusia, la guerra había crecido; los Aliados incluían ahora a los Estados Unidos.

Hitler declaró en Octubre de 1941, pocos meses después de la invasión soviética, que la Unión Soviética “jamás se alzaría de nuevo,” había subestimado grandemente el poder del ejército soviético, y la severidad de los inviernos en Rusia, y sus generales comenzaron a buscar salidas de escape. Hitler decidió tomar el control del comando militar él mismo. Al mismo tiempo, el aliado de Alemania, Italia, estaba perdiendo terreno.


Para julio de 1943, el reinado de Mussolini había terminado y las fuerzas aliadas estaban ganando terreno por sobre el ejército de Hitler, que estaba ahora a la defensiva. Para entonces, muchos de los generales del ejército Nazi se habían dado cuenta de que Alemania no podía derrotar a tantos enemigos, y su frustración con Hitler llevó a un plan de asesinato en 1944. El plan falló, pero Hitler pronto se escondió en el Fuhrerbunker en Berlín, donde pasaría sus días restantes.


¿Quién fue realmente Adolf Hitler? ¿Un loco perverso, un espíritu delirante o un megalómano insaciable?

Hitler le dedicaba a Alemania las 24 horas del día .Alemania fue la obsesión de toda su vida y la confundía con su madre.Su desprendimiento por lo material era absoluto y las cuantiosas ganancias que obtuvo por la venta de su libro "Mi Lucha" las donó a las arcas de su partido.

Stalin,Hitler y en menor medida Mussolini fueron fanáticos de una idea nacionalista y se desvivieron por ella.Mandaron al frente a morir a cientos de miles de soldados, pero antes ellos habían luchado con valor en las trincheras.Si se quiere, tenían una autoridad moral en ese sentido.Luchaban contra la corrupción de sus gobiernos dando el ejemplo de honestidad personal como primera medida.

Cuando durante la guerra los alemanes tomaron de prisionero a su hijo, Stalin se negó a negociarlo por un general alemán.Mussolini perdió en la guerra a su hijo Bruno, el más parecido a su padre en carácter, mientras piloteaba un avión.Esta faz de los dictadores no los hace mejor personas pero permite evaluar la historia con objetividad.Si no es imposible entender como seres tan perversos pudieron generar en vida tantas adhesiones.En la historia del hombre todo tiene una lógica en la medida en que se señalan los hechos en su conjunto sin ocultar o alterar la verdad de lo ocurrido.

La situación social de la Alemania de posguerra era caótica, con una economía agobiada por los altos costos que debía pagar en concepto de reperaciones de guerra y con una hiperinflación vertiginosa; la desocupación alcanzaba a seis millones de personas; los excomabtientes se sentían frustrados después de ver que sus esfuerzos en el frente se habían evaporado en la mesa de negociaciones; el país humillado por sus pérdidas territoriales, por haber sido obligado a ceder su armamento y su marina y por las cláusulas del Tratado de Versalles en cuanto a la limitación para rearmarse en un futuro inmediato.

Hitler tomando el modelo de Mussolini que ya para entonces era gobierno en Italia, aprovecha ese descontento general mejor que nadie y aglutina en sus filas a los elementos más radicales de la sociedad pero, sobre todo, dirige sus esfuerzos para lograr el apoyo de los poderosos industriales que ven en Hitler, el mejor baluarte contra el comunismo y el socialismo.El apoyo financiero de los grandes banqueros e industriales le allanó a los nazis el camino hacia el poder.

Con los fondos recibidos Hitler pudo comprar un diario, montó una campaña publicitaria de envergadura, dispuso de aviones para sus visitas a las distintas ciudades del país y fundamentalmente obtuvo contactos directos con los grandes factores de poder.Durante este período jugó un rol muy destacado Hermann Goering, as de la aviación durante la gran guerra, quien con sus contactos de la alta sociedad le abrió las puertas a Hitler para entrar en un mundo hasta entonces desconocido para él. Los progresos electorales son sorprendentes: En 1928 obtiene un millón de votos, en 1930 ya llega a los 6.500.000 y para finales de 1932 lo votan 13.475.000 personas.

Sus contactos con el hijo del presidente Hindenburg, con el secretario de estado Meissner y con Von Papen tuercen la voluntad del anciano presidente Hindenburg que el día 30 de enero de 1933 llama a Hitler para que forme un nuevo gobierno.Paul Von Hindenburg era una gloria viviente de la historia alemana con sus 87 años a cuestas y con un porte todavía imponente desde sus casi dos metros de estatura.

El viejo prusiano despreciaba a Hitler por considerarlo una figura torpe y despectivamente se refería a él llamándolo cabo pero pronto terminó rindiéndole pleistesía.Fue esta una constante en la vida de Hitler.Al principio lo subestimaban y despreciaban pero con el tiempo terminaban siendo sus más fervorosos admiradores.Algún don hipnótico debió tener porque cuesta explicar racionalmente los inumerables éxitos diplomáticos que obtuvo ante las más diversas personalidades de la política.

Hitler prefería tratar los temas conflictivos personalmente y para 1939 Alemania era dueña de Austria y de gran parte de Checoslovaquia sin haber disparado un sólo tiro.Chamberlain, Daladier, Benes y otros líderes de la época se reunían con Hitler dispuesto a frenarlo en sus ambiciones expansionistas pero al finalizar la reunión aceptaban todos los puntos planteados por éste sin recibir nada a cambio.Gritos histéricos, puñetazos sobre la mesa y patadas a las sillas eran algunas de las actitudes que empleaba delante de sus distinguidos invitados que salían del despacho temblando o descompuestos.

A mediados de los años setenta, un profesor universitario estadounidense realizó una interesante prueba a sus alumnos. Tras entregarles una copia del testamento del Führer sin firma alguna, les pidió que imaginasen al autor. Amparada en el anonimato, la personalidad de Hitler fue calificada de profundamente honesta, sensible e incluso admirable. Esta paradoja quizás explique por qué Hitler llegó a ser un líder querido e indiscutido para muchos que no reconocieron sus horribles actos hasta que fue demasiado tarde, pues no hay duda de que en su complejo carácter no faltaba una innata capacidad para atraer a las masas y un considerable poder de sugestión.

http://www.youtube.com/watch?v=gVf4t8Ekee0 (Eva y Adolfo Hitler, mimos con su perra Blondi, momentos romànticos y personales de ambos, 1939-1945)